El derecho penal económico protege las relaciones económicas de las personas y organizaciones y el orden económico del Estado. Es una profesión de abogado, como un abogado en Barcelona, especialista en derecho penal económico, con características propias, porque los delitos que aplica son diferentes a los que involucran otras profesiones jurídicas.
En este caso, los delitos económicos deben contar con un abogado penalista, ya que estos delitos están relacionados con los sistemas de producción y consumo, generando problemas y conductas delictivas con características diferentes a las de la vida social.
Ejemplos de delitos que regula el Derecho Penal Económico
La asistencia legal es esencial cuando se trata de delitos económicos probados o sospechados. En estos casos, es fundamental confiar en un despacho profesional de abogados en Madrid.
Los delitos comprendidos en el Derecho Penal Económico se pueden agrupar en categorías que se definen por la entidad a la que afectan.
Delitos societarios
Son delitos cometidos en sociedades mercantiles. Actúan en perjuicio de la empresa, de uno de sus socios o de un tercero. Son ejemplos de estos delitos la falsificación de documentos, la gestión fraudulenta, el blanqueo de capitales, la presión para celebrar acuerdos abusivos, las actuaciones en perjuicio de los socios sociales.
Delitos fiscales
Esta categoría incluye los delitos contra la Agencia Tributaria y la Seguridad Social. Ejemplos son el fraude fiscal y delitos que afectan a los trabajadores.
Delitos socioeconómicos
Son delitos en los que el fraude y la estafa son las formas delictivas más comunes. Algunos ejemplos son publicidad engañosa, fraude en métodos de pago, divulgación de secretos comerciales, espionaje industrial, corrupción pública y privada.
Situación actual
Los cambios frecuentes son la norma en el derecho penal económico. Estos cambios son el resultado del desarrollo de la economía mundial y sus interrelaciones.
El entorno global tiene un impacto en la economía y las normas legales que regulan la economía. La globalización y un sistema internacional que cambia rápidamente están desdibujando las fronteras económicas y dando lugar a nuevas formas de delincuencia.
Los delitos cometidos en un país en relación con otros países son cada vez más frecuentes. Los desarrollos tecnológicos, las comunicaciones y el transporte se han sumado a esta complejidad que debe abordar el derecho penal económico.
Los especialistas en esta rama del derecho penal deben aceptar el derecho internacional en materia económica, pues los vínculos judiciales entre estados son cada vez más necesarios.
La incertidumbre es la norma en el derecho penal económico en la actualidad. En esta economía, las condenas y los delitos económicos están aumentando en frecuencia y en una variedad de patrones complejos. Este fenómeno no sólo está ocurriendo en España, sino en todo el mundo.
En este entorno, el derecho penal se convierte en una herramienta del sistema social para resolver problemas. Reforma tras reforma, el derecho penal intentó renovarse, pero aún no llegaba como se esperaba.
Un ejemplo concreto de la complejidad del derecho penal económico actual es el denominado “derecho penal en blanco”. Para comprender el contenido de estas normas, es necesario consultar normas distintas al derecho penal, tributario o comercial. A su vez, estos estándares cambian constantemente.
En definitiva, frente a la actual estructura penal sancionatoria, un ineficiente sistema de derecho penal económico parece incapaz de satisfacer las legítimas necesidades de los profesionales y empresarios, así como de la sociedad en general.
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